PAR DE ALAS (1)
Era jueves alrededor de la 1:00pm, los jóvenes ya salían de clases para dirigirse a sus casas. Ahora la vida era muy diferente: entre las materias que se inculcaban en la escuela estaban: cacería, pilotear naves, creación y uso de armas, entre otras que los ayudarían a sobrevivir, ya que se auguraba que horribles guerras azotarían a la tierra dentro de muy poco, pues desde el descubrimiento de otros planetas habitados, gran rivalidad había surgido entre ellos. Dos jóvenes platicaban mientras se dirigían a la salida del colegio.
-No puedo creer que cuando mi padre era un niño sólo se conocían 12 planetas, y ahora sabemos que incluso hay otros tres habitados por personas casi idénticas a nosotros.
-Pues a mí me gustaría visitar alguno, ¿y a ti Adian?
-Pues, tal vez algún día, ya que cumpla 19 años, antes de entrar a la universidad. Por cierto, Lena, te invito hoy a mi casa para que resolvamos juntos esos problemas que nos encargó el maestro Kadoma.
-No estamos en clase, creo que puedes decirle papá, ¿no?
-Pero estamos en la escuela.
-Está bien, estaré ahí a las 3:00, ¿tienes alguna otra tarea?
-Si, leer acerca de la programación de las naves salvavidas, cómo cambiar el rumbo predestinado, usar el radiotransmisor etc, pero no pienso leerlo, de todas maneras nunca participo, y esa clase me toca otra vez hasta el lunes, tal vez lo lea el domingo.
-Ok, ya me voy, ya llegaron por mí, Adiós.
-Adiós.
Lena y Adian se despidieron con un beso, el chico miró cómo ella se subía al auto, deseando ser él el conductor y llevarla hacia la casa que compartieran debido a su matrimonio. Esto imaginaba cuando el Sr. Kadoma le llamó:
-Adian, vamos a casa.
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